viernes, 5 de septiembre de 2008

Y de repente

... comencé a ver que habían unos gatos dentro de mi casa, tres gatos que habitan normalmente por aquí, pero no supe como era posible que estuvieran en el comedor. Una de las ventanas estaba abierta, y cuando la quise cerrar me gruñó un gato que se disponía a salir por ahí con miedo de mí. Me tiró un zarpazo y no me dejó cerrarla, pues mi miedo era mayor. Vi que además había otro cerca de la puerta de entrada que me gruñía mas feo y tomaba una actitud de ataque. Con el cuerpo tembloroso y dubitativo, me lancé a abrir la puerta sin quitarle los ojos de encima para que pudiera salir y no tuviéramos mas problema. Fue tolerante y simplemente salió, pero yo me quedé con la puerta en la mano... la pared que la sostenía comenzó a caer poro a poco y yo no entendía porque pasaba eso, me quedé solo viendo como se venía todo abajo, con la certeza de que no podría hacer nada en ese momento sino pensar en como proteger la entrada a mi casa, pues ya era tarde y nadie podría repararla a esa hora... muy angustiado exclamé elocuentemente un categórico "CHALE"

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